Es el máximo ganador de la Copa Libertadores y uno de los dos que hasta ahora no había perdido la categoría. Por primera vez en su historia jugará en la B. Responsables de esta realidad El descenso se consumó luego de seis temporadas en las cuales derribó el mito de que el promedio salva a los equipos grandes, y con tres torneos de menos de 20 puntos (último en el Apertura 2010 con 14 unidades), que arruinaron campañas regulares, perdió la categoría. Si Independiente afronta el torneo del Nacional B como lo hizo River, habrá sido un breve paso por el ascenso que le permitirá reconstruirse, sanear un poco sus cuentas y encontrar nuevamente el rumbo. Muchos de los jugadores del actual plantel no estarán, los futbolistas surgidos del club –el principal activo de todas las instituciones- tendrá mayores posibilidades y Brindisi podría continuar como DT. Los ingresos publicitarios y por derechos televisivos caerán pero también bajará la masa salarial del plantel. Jugará con equipos que nunca lo hizo, deberá viajar a lugar impensados para un equipo grande y adaptarse a la nueva realidad, pero tocar fondo le puede servir de impulso para recuperar en el futuro la gloria del pasado.
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